lunes, 31 de diciembre de 2018

Doctor, ¡Me pica mucho!

Manuel es un hombre de 76 años que acude muy molesto a la consulta de dermatología. Está enfadado y es la tercera vez que consulta a un médico por el mismo problema.

Su ‘pesadilla’ empezó hace un mes aproximadamente cuando comenzó con picores por todo el cuerpo que le impedían, incluso, el descanso nocturno. En su casa, todos estaban con síntomas parecidos y Manuel cree que fue su nieto el que los contagió a todos.

Por ello, decidió consultar a su médico de cabecera, este le diagnosticó sarna y le pautó un tratamiento que siguió al pie de la letra. El tratamiento en cuestión era Permetrina 5%, que se pusieron todos los miembros de la familia. No obstante, su problema no desapareció.

Tampoco se resolvió hace diez días, cuando ante tanta insistencia, se le remitió al servicio de dermatología, donde le dieron nuevas pautas de actuación, que siguió religiosamente (volver a tratarse con Permetrina 5%, lavar ropa con agua caliente, meter unos 15 días aquella ropa que no se pueda lavar en una bolsa de plástico cerrada, aspirar sofá y poner una funda…). Pero tampoco fue suficiente.

Ahora está desesperado porque tiene síntomas muy molestos y ya no sabe qué hacer. Curiosamente, su mujer, su hija y su nieto, tras seguir los consejos del dermatólogo, han conseguido que el ‘maldito picor’ desaparezca.

En el momento de la consulta, Manuel presenta lesiones en diversas zonas que parecen secundarias al rascado. Se le explica al paciente que aunque ya se hubiese tratado, podría seguir teniendo síntomas varias semanas y se le prescribe un antihistamínico.

La escabiosis es una parasitosis más conocida como sarna que está provocada por el parásito hembra Sarcoptes scabeiei, concretamente la variedad hominis.


Figura 1.- Examen directo al microscopio de Sarcoptes scabiei
Fuente: B. Monteagudo, 2014

La sarna tiene una distribución universal y ha experimentado un aumento de incidencia en los últimos años. El contagio se produce por contacto directo íntimo con una persona que tenga sarna o con sus fómites y ropas. Por ello, el hacinamiento y falta de higiene son factores favorecedores.

El periodo de incubación de la enfermedad puede extenderse de 3 a 6 semanas antes de que empiece a manifestarse.
El principal síntoma es el prurito generalizado que se acentúa en las flexuras y que alcanza su máxima intensidad por la noche.
Lo pacientes que padecen sarna suelen presentar algunas lesiones características:
  • Surco acarino: trayecto lineal sinuoso de 1-10 milímetros de tamaño. Es patognomónico y se suele encontrar especialmente en los pliegues interdigitales, en el dorso de las manos y en la cara lateral de las palmas, muñecas y tobillos. En ocasiones, el surco acarino puede terminar en lo que se llama la eminencia acarina, que es el sitio donde se localiza el parásito.


Figura 2.- Surco acarino 
Fuente: Tim Cunliffe, 2012

  • Pápulas persistentes que pueden aparecer en tronco, flexuras axilares e inguinales, escroto y cuerpo del pene. Pueden estar excoriadas debido al rascado crónico. Estas lesiones pueden persistir algunas semanas tras la curación.
  • Lesiones secundarias al rascado generalizado que podrían incluso sobreinfectarse generando impétigo secundario.


Cuando se sospeche escabiosis, habrá que explorar al paciente prestando especial atención a zonas donde es frecuente encontrar el parásito:
  • pliegues interdigitales
  • muñecas, codos, tobillos, glúteos
  • lado lateral de las palmas
  • areolas mamarias, tronco del pene, escroto y labios mayores 

Generalmente, la cabeza y el cuello están indemnes, pero estas zonas podrían afectarse en algunos pacientes como los niños menores de dos años, ancianos e inmunodeprimidos.

Una vez diagnosticada la parasitosis es muy importante preguntar por posibles antecedentes epidemiológicos: contactos sexuales recientes, convivientes, estancia en hoteles, viajes…

En cuanto al tratamiento es muy importante insistir en el tratamiento conjunto de la familia entera con permetrina 5% desde el cuello hasta los pies, siendo necesaria una segunda aplicación a los siete días.

Además serán necesarias otras medidas adicionales:
  • Lavar ropa con agua caliente y la que no se pueda lavar dejar en una bolsa de plástico cerrada unos 15 días.
  • Aspirar sofá y poner funda.

A veces, en algunos pacientes a pesar de la eliminación del parásito, el prurito continua, por lo que también seguirán habiendo lesiones secundarias al rascado. En estos casos, está indicada la prescripción de un antihistamínico durante incluso un mes. Además se puede recomendar alguna loción corporal calmante y si las lesiones son importantes alguna crema con corticoide (+/- antibiótico) tópico.

Bibliografía:
  1. Rodríguez, E. Infecciones por parásitos.(2018). En Suárez, R. Manual de dermatología: 15 diagnósticos básicos en Atención Primaria. Madrid, España.
  2. Taberner, R. (2011). Sarna sin gusto…también pica. Dermapixel. Recuperado de https://www.dermapixel.com/2011/03/sarna-sin-gusto-tambien-pica.html
  3. Monteagudo, B., León-Muiños, Cabanillas, E. y Neira, C. (2014). Escabiosis. Rev Clin Esp. 2014;214(7):e89. Recuperado de http://dx.doi.org/10.1016/j.rce.2014.05.016.
  4. Cunliffe, T. (2018). Scabies. Primary Care Dermatology Society. Recuperado de http://www.pcds.org.uk/clinical-guidance/scabies#!prettyPhoto.

by Inmaculada Bononad Brugger. R1 MyC. C.S. Benicàssim. Diciembre 2018.

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