lunes, 30 de noviembre de 2020

Mire cómo tengo las piernas... DERMATITIS OCRE

Hoy atendemos a Juan, un paciente conocido de la consulta de 76 años al que seguimos en Atención Primaria en el programa de pacientes crónicos por ser hipertenso y dislipémico, no es alérgico a ninguna medicación y fue operado en la infancia de amigalectomía y apendicitis y posteriormente de varices y cataratas. Al finalizar la consulta y al preguntarle si podemos hacer algo más por él, nos dice que sí, que ya que está le gustaría que le viéramos las piernas ya que le han aparecido unas lesiones y a veces las nota pesadas.


La dermatitis ocre es una alteración pigmentaria de la piel en la que aparecen máculas de coloración marronácea en la las extremidades inferiores (generalmente en tobillos y área pretibial). Este fenómenos es típico de los pacientes que padecen insuficiencia venosa crónica por la que los eritrocitos pueden extravasarse y ser digeridos por macrófagos dérmicos que acumulan ferritina y posteriormente la degradan a hemosiderina en su interior de ahí a la coloración parduzca. Además, se ha postulado que la hiperpigmentación también pueda verse contribuida por la activación de los macrófagos que estimularía la producción de melanina por parte de los melanocitos.

Hay que aclarar que aunque el término “dermatitis” en este caso puede inducir a error ya que no se trata de un proceso de base inflamatoria y carece de un tratamiento específico. El diagnóstico es puramente clínico. 

Realizaremos diagnóstico diferencial con diferentes las dermatitis purpúricas pigmentadas (DPP) que son un grupo de patologías de etiología desconocida, evolución y pronóstico generalmente benigno, localizadas en miembros inferiores, de etiología variada se manifiesta en la piel por lesiones debidas a la inflamación y dilatación de los capilares dérmicos superficiales, ocasionalmente con proliferación endotelial y aumento de la permeabilidad y fragilidad capilar (ver tabla).


Deberemos dar a los pacientes recomendaciones para frenar la progresión de la insuficiencia venosa crónica a estadios más avanzados en los que aumenta el componente inflamatorio y la probabilidad de úlceras vasculares. 

Medidas no farmacológicas: ejercicio habitual, elevación de piernas en reposo, evitar hipertensión y sobrepeso así como correcta hidratación cutánea que mejorará la sintomatología y reducirá posibles lesiones por rascado (podrían ser una puerta de entrada sobre una piel que ya es más frágil). También se pueden indicar medias compresivas.

Para finalizar, simplemente recalcar la importancia de reconocer entidades que son frecuentes, producen malestar y sin embargo no constituyen una “enfermedad” en sí sino que son reflejo de la morbilidad del paciente. INFORMAR, NORMALIZAR Y PREVENIR son aspectos importantes para cualquier médico de familia y médico en general.  

Bibliografía:
Casares-Bran T, Córdova-Quintal P, Lecuona-Huet N, et al. Dermatitis purpúricas pigmentarias, diagnóstico diferencial con dermatitis ocre. Rev Mex Angiol. 2016;44(2):72-76.
 
By Marta Frau Maestre, R2 de Medicina Familiar y Comunitaria del C.S. Rafalafena. Noviembre 2020

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