viernes, 30 de noviembre de 2018

Abordaje de la hiperhidrosis en Atención Primaria

La hiperhidrosis es un trastorno que consiste en la producción excesiva de sudor. Los pacientes afectados sudan excesivamente ante cualquier ejercicio físico, estímulo emocional o elevación de temperatura. Afecta casi al 3% de la población, y en un 65% de los casos existen antecedentes familiares. A pesar de que se considera un trastorno benigno o poco relevante, merma la calidad de vida de quien lo sufre de manera significativa, llevándolos a reducir sus actividades públicas, pudiendo llegar a causar fobia social en algunos casos. Es por ello que se trata de una enfermedad que debe ser tenida en cuenta, y debe ser abordada y tratada desde las consultas de atención primaria.

Existen dos tipos de hiperhidrosis:
  • Localizada
    • Primaria, o hiperhidrosis focal idiopática (1% de población): se puede dar en región palmar, axilar, plantar y craneofacial. 
    • Neurológica: neuropatías, lesión medular 
    • Sudoración facial gustatoria: Síndrome de Frey 
  • Generalizada o secundaria: afecta a toda la piel, y debe realizarse un despistaje para descartar sus posibles causas: hipertiroidismo, feocromocitoma, embarazo, menopausia, obesidad, tumor carcinoide, artritis reumatoide, enfermedades del sistema nervioso central (tumor cerebral, lesión medular, siringomielia), linfoma de Hodgkin, enfermedades mieloproliferativas, fármacos antidepresivos, antipiréticos, agonistas colinérgicos, etc. 

DIAGNÓSTICO
Una anamnesis detallada y un examen físico es lo que más información aporta. Debe diferenciarse desde el principio si se trata de una hiperhidrosis primaria o secundaria, y buscar síntomas asociados como fiebre, cefalea, palpitaciones, sudoración nocturna, pérdida de peso, linfadenopatías, etc. Para descartar una hiperhidrosis secundaria.

Los criterios diagnósticos de la hiperhidrosis focal idiopática son:

Aumento de la sudoración focal apreciable de al menos 6 meses de duración sin causa aparente con 2 o más de las siguientes características:

  • Sudoración bilateral y simétrica 
  • Uno o más episodios pos semana 
  • Deterioro de actividades de la vida diaria 
  • Edad de inicio inferior a 25 años 
  • Historia familiar positiva 
  • Cese de la sudoración durante el sueño

TRATAMIENTO
Existen múltiples tratamientos para la hiperhidrosis focal idiopática. Deben de realizarse de forma escalonada y según la gravedad de la patología.

Antitranspirantes: actúan bloqueando los conductos excretores de las glándulas. Los que más se utilizan son sales de cloruro de aluminio. Son de elección en las formas más leves, ya que su eficacia está limitada en formas más severas. Debe aplicarse por la noche, tras lavar y secar cuidadosamente la zona afectada. Debe lavarse la zona por la mañana. El principal problema es la irritación de la piel que se produce por la generación de ácido clorhídrico cuando las sales de metal reaccionan con el sudor. Se puede solucionar con la aplicación de bicarbonato, o hidrocortisona tópica al 1% por la mañana, tras lavar la zona.
No debe aplicarse sobre piel inflamada, rota, húmeda o recientemente afeitada o depilada (en cuyo caso debe esperarse 3 días antes de aplicarse).
Una vez obtenida respuesta, se pasa a aplicar 1 o 2 noches a la semana como mantenimiento.
Existen diferentes preparados comerciales de cloruro de aluminio que pueden utilizarse en la consulta de atención primaria, con diferentes preparaciones en función del área a tratar (toallitas, roll-on, polvos, lociones, gel).
En caso de hiperhidrosis resistentes a este tratamiento, o muy severas, debe valorarse la derivación al servicio de Dermatología.

Iontoforesis: Es un tratamiento transcutáneo consistente introducir una sustancia ionizada a través de una corriente sobre la piel con lo que se facilita el movimiento transdérmico de soluciones iónicas al generar un gradiente eléctrico. Se realizan de 3 a 4 sesiones por semana de una duración de 20 a 30 minutos. Se consigue el estado de euhidrosis tras las 6-15 sesiones en un 85% de los pacientes. Entre las contraindicaciones de este tratamiento se encuentran pacientes con marcapasos, embarazadas, pacientes con prótesis metálicas o dispositivos intrauterinos. Un inconveniente importante a tener en cuenta es su precio, ya que no está financiado, y su eficacia no es del 100%.

Toxina botulínica: Las inyecciones de toxina botulínica se utilizan para el tratamiento de la hiperhidrosis localizada. Se utiliza principalmente en la hiperhidrosis axilar ya que en la palmar es muy dolorosa (aunque para disminuir el dolor están apareciendo nuevas técnicas de administración). Su eficacia dura entre 3 y 9 meses. La complicación más frecuente es el desarrollo de resistencia al tratamiento por aparición de anticuerpos anti toxina botulínica. Otras complicaciones frecuentes son la aparición de hematomas en zonas de punción y daño en músculos de la mano.

Simpatectomía torácica endoscópica bilateral: Se realiza la sección de los ganglios simpáticos T2 y T3 (axilar), T4 (palmar) o T1 (facial). Se realiza bajo anestesia general. Los resultados son inmediatos y duraderos. Como inconveniente, la complicación más frecuente es la sudoración compensatoria en otras regiones corporales, que puede desaparecer espontáneamente o persistir indefinidamente.


BIBLIOGRAFÍA
  • www.dermapixel.com. Entrada: Hiperhidrosis palmar: que no “te la sude” (14/11/2012) 
  • Expósito I, Servicio de Atención Primaria de Culleredo. Guía clínica Fisterra. Hiperhidrosis. España. Elsevier. 2016. https://www.fisterra.com/m/guias-clinicas/hiperhidrosis (último acceso 12/12/2018) 
  • González D, Pérez N. Actualización en hiperhidrosis focal primaria. Med Cutan Iber Lat Am 2012;40(6):173-180

by Ferran Enguix Chover, R1 MFyC Almazora. Noviembre 2018

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