Existen muchas enfermedades sistémicas que se acompañan de manifestaciones cutáneas, siendo en ocasiones las manifestaciones cutáneas las primeras en aparecer. Resulta interesante, por tanto, conocer algunas de estas manifestaciones tanto para el tratamiento de las mismas como para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad sistémica subyacente.
En nuestro medio una de las enfermedades sistémicas más relevantes por su elevada frecuencia es la Diabetes Mellitus, por lo que nos centraremos en hablar acerca de las manifestaciones cutáneas asociadas a esta entidad.La elevada prevalencia de la DM, sus complicaciones específicas y la presencia de otras entidades que suelen acompañarla hacen de la enfermedad uno de los principales problemas sociosanitarios en la actualidad.
DERMATOPATÍA DIABÉTICA
Las lesiones de la dermopatía diabética son asintomáticas y no se recomienda el tratamiento de estas, ni se ha demostrado tratamiento eficaz en la actualidad.
Zona cutánea hiperpigmentada de aspecto aterciopelado, localizada casi siempre en los pliegues.
Es un marcador significativo de hiperinsulinemia debida a insulinorresistencia.
Dado que la obesidad es una causa considerable de insulinorresistencia, el control del peso y la modificación del estilo de vida constituyen las primeras etapas del tratamiento de la acantosis nigricans.
Ha sido típicamente asociada con diabetes; sin embargo, la fuerza de la asociación ha sido cuestionada.
Inicialmente, la lesión es una pápula roja o una placa redonda u ovalada que crece periféricamente para volverse atrófica y amarillenta en el centro con un borde elevado y eritematoso. Las lesiones se vuelven más amarillentas, telangiectásicas y de porcelana. La ulceración es la principal complicación. Las lesiones ocurren principalmente en la zona pretibial. Existen diferentes tratamientos entre los que se incluyen: corticoide tópico o intralesional, inhibidores tópicos de la calcineurina, terapia fotodinámica, etc
Se trata de una rara complicación de la DM, sobre todo de diabetes de larga duración. Suelen aparecer ampollas de forma espontánea en superficies acras de extremidades superiores e inferiores.
Por su aspecto las lesiones pueden confundirse con una lesión por quemadura.
La etiología exacta no se conoce, pero se cree que implica un suministro vascular deficiente y un aumento de la circulación venosa.
No se ha demostrado que esté relacionado al nivel de control glucémico.
Como tratamiento solo se requiere manejo de apoyo, y por lo general el cuadro se resuelve sin intervención en un periodo de dos a seis semanas, aunque es importante que las áreas afectadas sean controladas para detectar posibles infecciones secundarias.
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