lunes, 31 de mayo de 2021

Erupción lumínica polimorfa

Mujer de 40 años, acude a consultas externas de Dermatología en mayo de 2021, por cuadro de lesiones pruriginosas en zona del escote-cuello. Refiere que le han aparecido también en años anteriores, con las primeras exposiciones a los rayos del sol (primavera) y que van desapareciendo conforme avanza el verano. No aparecen en la cara.

Antecedentes médicos de interés: dermatitis seborreica desde 2014 y asma. Diagnosticada en 2017 de nevus melanocíticos sin signos de alarma.

Tratamiento habitual: Sebiprox 15 mg/g 100 ml champú.

Exploración física: se observan lesiones papulares eritematosas en zona del escote, sin afectación facial.  


Diagnóstico: por las características clínicas de las lesiones junto con fenómeno de hardening (endurecimiento, característica que que ayuda a diferenciar este trastorno del lupus) se diagnóstica como ERUPCIÓN LUMÍNICA POLIMORFA.

Tratamiento: Se le recomienda fotoprotección estricta, aplicación de corticoide tópico (Lexxema®) sobre las lesiones (2 aplicaciones al día), así como un fotoprotector oral (Sunisdin oral® 1 cápsula diaria por la mañana durante el período de exposición solar).

ERUPCIÓN LUMÍNICA POLIMORFA

CONCEPTO: La fotosensibilidad es una reacción cutánea anormal a las radiaciones UV y, en algunas personas, a la luz visible. Uno de los factores importantes para determinar si la reacción es debida a fotosensibilidad es la distribución, pues éstas se encuentran mayoritariamente en zonas expuestas al sol. Las fotodermatosis idiopáticas (grupo al que pertenece el Erupción Polimorfa Lumínica) son los desordenes de fotosensibilidad a los cuales todavía no se les conoce su patogenia con exactitud, y muchas de éstas tiene características que sugieren factores inmunológicos.

La erupción polimorfa lumínica (EPL), o Polymorphous light eruption (PMLE) en inglés, es la fotodermatosis idiopática más frecuente y se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas de morfología variable (en la misma persona suele ser monomorfa y con la presentación más común es la variante papular), que aparece en áreas expuestas al sol de horas a días después de la exposición y persiste durante varios días antes de desaparecer.

EPIDEMIOLOGÍA: El inicio de la erupción lumínica polimorfa (EPL) ocurre típicamente en la 2ª-3ª décadas de la vida. Tiene preponderancia femenina en una proporción de 3:1. Los individuos de piel clara (fototipo de Fitzpatrick I-III) son los más comúnmente afectados, aunque puede desarrollarse en individuos de todas las etnias y tipos de piel. Ocurre con mayor frecuencia en zonas templadas. Varios estudios han indicado que la prevalencia de EPL está directamente relacionada con la latitud. Sin embargo, dentro de Europa, no se ha demostrado que se produzca un gradiente de latitud. En EEUU parece que afecta a un 10-15% de la población mientras que en Europa podríamos hablar de 10-20 % de los adultos jóvenes.

ETIOPATOGENIA: Es desconocida pero parece ser una respuesta inmune anormal a la luz influenciada por factores genéticos, fotobiológicos y bioquímicos. Aunque las radiaciones UVA, UVB y con menos frecuencia la luz visible están implicadas, de ellas la radiación más eficaz para desencadenar el cuadro es la radiación UVA. Dentro de los factores genéticos hay una mayor predominancia en gemelos monocigóticos y la presencia de historia familiar positiva en 15 a 46% de los pacientes afectos. Los estudios sugieren herencia poligénica.

A nivel bioquímico: la GSTP1( glutatión-S transferasa), parece estar relacionada y lo haría con la presencia de especies reactivas de oxígeno.

A nivel inmune: la EPL se ha considerado durante mucho tiempo como un posible tipo de respuesta de hipersensibilidad retardada a una respuesta cutánea endógena a antígeno inducido por rayos UV, debido al retraso de horas o días entre la exposición al sol y la manifestación de los síntomas, así como el aspecto histológico de la piel lesionada, aunque el alérgeno responsable no ha sido identificado. La irradiación ultravioleta puede convertir un precursor potencial en la piel en un antígeno que causa una reacción de hipersensibilidad retardada, lo que resulta en la clínica aparición de la enfermedad. La naturaleza de este hipotético precursor o antígeno, sin embargo, no está muy clara.

En biopsias cronometradas después de la irradiación con fuentes de luz artificial la aparición de infiltrados perivasculares de sobre todo linfocitos T CD4+ en unas pocas horas y CD8+ al cabo de unos días; un mayor número de células de Langerhans dérmicos y epidérmicos, así como macrófagos dérmicos, sugiere una reacción de hipersensibilidad retardada. Se ha encontrado un aumento en la presencia de células de Langerhans y macrófagos dérmicos, selectina E, VCAM-1 (moléculas de adhesión vascular) y ICAM-1 (moléculas de adhesión intercelular). Hay también una disminución en los niveles de mastocitos y de factor de necrosis tumoral-α, interleucina-4 e interleucina-10, liberadas por los neutrófilos, lo que coincide con la disminución de neutrófilos en el infiltrado cutáneo de los pacientes con EPL. Ello contribuye a la resistencia a la inmunosupresión por parte de las radiaciones UV, que en la piel de pacientes sin este trastorno producen inmunosupresión.

Las radiaciones UV promueven la liberación de péptidos antimicrobianos como psoriasina, que es un modulador de neutrófilos, y se ha visto aumentado en los pacientes con EPL, lo que sugiere su implicación en la etiopatogenia.

Se ha visto que niveles bajos de linfocitos T reguladores podrían estar en relación con la disminución en los niveles de vitamina D. Las alteraciones en la homeostasis de la vitamina D puede contribuir a los procesos autoinmunes.

HISTOLOGÍA: Es inespecífica y no patognomónica. Los hallazgos requieren correlación con la presentación clínica. Se puede observar espongiosis epidérmica focal con exocitosis focal de linfocitos y un infiltrado linfohistiocitario periaxial y perianexial con eosinófilos ocasionales y los neutrófilos que pueden verse en lesiones tempranas. El edema dérmico papilar, los cambios de la interfaz focal y la degeneración hidropónica basal de células basales están presentes en las lesiones más avanzadas. La inmunofluorescencia directa de las biopsias de piel es negativa.

CLÍNICA: 

La EPL tiene diferentes variantes morfológicas (de ahí el término "polimorfa"), pero que en un mismo paciente suele ser una erupción monomorfa, consistente en pápulas eritematosas o no, pruriginosas, agrupadas de formas diferentes, que pueden confluir y formar placas. Raramente, puede dar paulo-vesículas, ampollas, edema facial. Hay alguna variante de solo prurito sin evidencia de lesiones. Las orejas pueden estar afectadas por vesículas pruriginosas sobre todo en niños. Puede haber liquenificación al rascado. No hay síntomas sistémicos. 

Típicamente brotan durante primavera-verano y remiten en otoño-invierno. La erupción aparece de minutos a horas después de la exposición y puede permanecer de días a semanas si la exposición es continua. Cuando se detiene la exposición, las lesiones pueden desaparecer sin cicatrices en el transcurso de unos días. 

Las lesiones suelen afectar únicamente a áreas expuestas al sol. Es típico que afecte a zonas que no se exponen todo el año sino que están cubiertas en invierno y descubiertas en verano (“zona V “del escote, brazos, muslos, parte superior de la espalda...). Por ello es frecuente que la cara no se vea afectada. 

También es muy típico de este trastorno el fenómeno de hardering (endurecimiento), caracterizado por erupciones de intensidad cada vez menor en sucesivas fotoexposiciones según avanza el verano, como si la piel "se acostumbrara" al Sol.


DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:

  • Lupus cutáneo subagudo:
    • En el Lupus subagudo las lesiones suelen aparecer 2-3 semanas después de la exposición solar en forma de placas eritematosas anulares o papuloescamosas policíclícas y persisten varias semanas con una resolución progresiva. No presenta fenómeno de hardering.
    • Solicitar anticuerpos antinuecleares (ANA), anti-Ro y anti-La.
  • Protoporfiria eritropoyética: 
    • Tras la exposición solar suele aparecer eritema que más tarde da paso a edema púrpura en dorso de nariz, mejillas y dorso de manos y que en ocasiones se puede acompañar de lesiones papulovesiculares. Estas lesiones desaparecen al cabo de horas o días y tras exposiciones recurrentes pueden dejar cicatrices superficiales( a diferencia de la EPL).
    • Tiene una diferencia fundamental y es que las primeras manifestaciones aparecen en la infancia temprana a diferencia de la EPL.
    • Solicitar niveles de protoporfirinas en plasma, hematíes y heces. 
  • Urticaria solar:
    • Lesiones urticariformes tras 5-10 minutos de la exposición y se resuelve en 1-2 h aproximadamente (habones evanescentes). No suele respetar la cara (al contrario que la EPL) y manos.
  • Hidroa vacciniforme:
    • Más frecuente en la edad infantil. En la hidroa vacciniforme aparecen vesículas tras la exposición solar con posterior formación de cicatrices varioliformes (a diferencia de la EPL). Más grave en hombres y más frecuente en niños.
  • Prúrigo actínico:
    • Frecuente también en edad infantil (4-5 años y mejora en pubertad aunque puede persistir toda la edad adulta). Predomina en mujeres. Aparición de pápulas o nódulos, muy pruriginosos y frecuentemente excoriados, en zonas expuestas al sol y menos en zonas no expuestas. Puede asociar además eccema, linquenización y costras. También se puede observar conjuntivitis y queilitis (que suele ser recurrente)
  • Eccema atópico y seborreico: Tienen diferencias morfológicas.
  • Dermatitis crónica actínica: Afecta más a hombres de edad avanzada. Puede estar asociada al VIH. Se trata de una erupción erimatosa, pruriginosa, confluente, eccematosa tras la exposición solar en meses de más sol.

DIAGNÓSTICO:
  • Anamnesis completa:
    • Edad de inicio
    • Sexo
    • Profesión
    • Tiempo transcurrido entre exposición y aparición lesión
    • Duración de la lesión.
    • Localización lesión.
    • Descripción lesión.
    • Síntomas de la lesión
    • Si tiene influencia estacional
    • Antecedentes personales
    • Tratamiento habitual ( importante por fotosensibilidad de algunos fármacos)
    • Exposición a productos fotosensibilizadores.
  • Exploración física: observar zonas clave en las fotodermatosis y dermatosis fotoagravadas. Esto es: frente, nariz, parte superior de las mejillas, punta del mentón, bordes de los pabellones auriculares, parte posterior y zonas laterales del cuello, parte superior del tórax, dorso de las manos y los pies, y caras extensoras de los miembros. 
  • Pruebas complementarias si hay dudas se puede obtener el diagnóstico.
  • Biopsia con estudios de inmunfluorescencia directa puede servir para excluir otras patologías. La histología de la lesión está descrita más arriba.
  • Fotoinvestigación: puede ser de elección cuando hay dudas. En estos pacientes la Dosis Mínima de Eritema (MED) suele ser normal o disminuida. El fototesting monocromático solo permite confirmar la fotosensiblidad en la mitad de los casos sin diferenciar la EPL de otras dermatosis. Sin embargo, el fototesting provocativo provoca lesiones características de la EPL en un 60 % de los casos. Cuando este estudio es positivo confirma el diagnóstico permitiendo establecer el espectro de acción.
  • Exámenes de laboratorio: suelen ser normales. Se utilizan ocasionalmente para excluir otras patologías ya nombradas y serían ANA, Anti-Ro, Anti-La, detección de porfirias en orina, hematíes y heces.


TRATAMIENTO:

-Prevención con fotoprotección estricta: evitando la luz solar entre las 11 y 16h junto ropa adecuada y protectores solares, de al menos protección 30 y mejor los que contiene Avobenzone fotoestabilizada y/o Ecamsule, ya que ofrecen mejor protección. La protección sistémica no ha tenido resultados favorables en estudios.

-Fototerapia profiláctica: Es administrar dosis bajas de PUVA de banda ancha (Psoraleno+ UVA) o UVB de banda estrecha a principios de la primavera para inducir tolerancia a la exposición solar en aquellos pacientes que desarrollen síntomas significativos en primavera y/o verano. Se realiza con dosis suberitematosas 2 o 3 veces a la semana durante 4-6 semanas.

La fototerapia UVB de banda estrecha se puede administrar 3 veces por semana comenzando a un 50-70% de la MED, aumentando según se tolere posteriormente. Lo que hace el tratamiento es estimular el fenómeno natural de endurecimiento e induce la fotoabsorción mediante el uso de pequeñas dosis de UV cuidadosamente sin inducir la erupción. Ventajas: Se puede realizar en embarazadas y en niños, por no requerir el psoraleno.

-Tratamiento farmacológico:
Corticoides tópicos para tratamiento sintomático de inflamación y prurito.
Antihistamínicos orales para el prurito.
Corticoides orales, prednisolona 25 mg o prednisona 30 mg 4-5 días para casos más graves incluso prolongando este tratamiento si procede ( aunque no se recomienda)
Pueden ser útiles: azatioprina ( 50-100 mg/ día), ciclosporina ( 3-5 mg/kg/día).

PRONÓSTICO: Aunque es una enfermedad que puede alterar la calidad de vida en los meses de primavera-vera en general, la EPL se resuelve a los 7-10 días tras evitar la exposición solar y muchos mejoran tras varias exposiciones sucesivas al sol conforme va avanzando el verano, debido a la tolerancia inmunológica o pigmentación protectora de la piel.

CONCLUSIONES: La EPL es una enfermedad incluida en las fotodermatosis idiopáticas que tiene carácter benigno, a pesar que en meses de primavera-verano puede crear ciertas molestias a los que la sufren. No obstante, es una enfermedad fácil de diagnosticar, y tratar, y que con una correcta prevención se puede evitar en un alto porcentaje de casos.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Hönigsmann H. Polymorphous light eruption. Photodermatology, Photoimmunology & Photomedicine. 2008; 24(3): 155–61.
  2. Carvajal Elizondo M, Jimenez Tung I. Actualización en Erupción Polimórfica Lumínica. Revista Clínica de la Escuela de Medicina UCR-HSJD. 2020; 10 (1):20-7.
  3. Corella F et al. Erupción polimorfa lumínica. Farmacia profesional. 2006; 20(6): 64-8. 

By Francisco Méndez Ferrera, R1 de Medicina Familiar y Comunitaria del C.S. Borriol. Mayo 2021

Doctora, a mi hijo le ha aparecido una calva en el pelo…


Acude a CCEE de dermatología una madre con su hijo de 8 años, derivado desde su pediatra de atención primaria por presentar una zona alopécica en cuero cabelludo de 3 días de evolución que ha ido en aumento. La madre explica que la avisaron del colegio porque el niño no paraba de tocarse dicha zona y arrancarse los pelos a mechones. No presentaba excesivo prurito de la zona, ni lesiones en otra localización. La madre refirió que una semana antes del inicio de la clínica estuvieron en el campo y que los niños estuvieron tocando algunas hierbas.

En la exploración física se observa un área alopécica redondeada y bien delimitada de 6x5 cm sin inflamación de aspecto grisáceo y no descamativa; con pilotracción positiva. A nivel de la dermatoscopia se observaban principalmente pelos cortos y gruesos, acompañados algunos de una vaina blanquecina en la raíz.

En un primer momento la sospecha diagnóstica principal fue de tiña del cuero cabelludo por lo que se tomó para cultivar varios pelos y la poca descamación de la zona para confirmar el diagnóstico y se pautó tratamiento antifúngico oral (fluconazol en jarabe) y tópico (ketoconazol en gel 1 vez al día y miconazol crema 2 veces al día, durante 3-4 semanas)

TIÑA DEL CUERO CABELLUDO

La tiña del cuero cabelludo también conocida como tiña capitis es un tipo de dermatofitosis localizada como bien indica su nombre en el cuero cabelludo. Este tipo de tiña es mucho más común en la infancia que en la edad adulta, siendo más frecuente en mujeres postmenopáusicas o inmunodeprimidos. La tiña capitis es más frecuentemente producida por especies de los géneros Trichophyton y Microsporum.

Podemos clasificarla según el tipo de patrón de invasión microscópico dependiendo de la especie de dermatofito que la esté produciendo. Existen dos tipos de patrones de infiltración

CLÍNICA

Existen dos tipos de presentaciones clínicas de la tiña del cuero cabelludo:

No inflamatoria: es la que más frecuentemente afecta a niños y las más contagiosa. La producen principalmente especies de dermatofitos microspóricas (Microsporum). Las producidas por estas especies se caracterizan por la presentación de una o varias placas alopécicas grises nacaradas e hiperqueratosicas acompañadas de descamación y prurito, aunque el prurito no es llamativo. El pelo que observamos en dicha zona alopécica está cortado a ras del cuero cabelludo y es pelo muy frágil. En los casos más graves pueden aparecer lesiones pustulosas y adenopatías cervicales posteriores o retroauriculares. No producen un tipo de alopecia irreversible ya que el microorganismo que lo produce no afecta al folículo piloso.

Hay especies de dermatofitos tróficos, que producen también tiña inflamatoria, como es el caso de las especies antropofílicas (Tricophyton tonsurans). Esta tiña suele mostrar placas con bordes poligonales y márgenes digitiformes; además de puntos negros que corresponden a pelos quebrados a nivel del orificio folicular.

Inflamatoria (querion de Celson): se caracterizan por la formación de una placa con gran componente inflamatorio y única, eritematosa, dolorosa, con múltiples pústulas foliculares, costras y pelos aglutinados y quebradizos; que a la presión deja salir pus “en espumadera” o panal, a través de los orificios foliculares. Ocasionalmente se acompaña de sintomatología de afectación sistémica como fiebre, malestar general ya adenopatías regionales. Normalmente no causan alopecia cicatricial, pero todo depende de la duración y gravedad de la infección.

DIAGNÓSTICO

La tiña del cuero cabelludo normalmente puede se diagnosticada o llegar a una alta sospecha únicamente con la exploración física; ya que se pueden observar con facilidad las placas alopécicas con las características que se han explicado en el apartado anterior. Además, si durante la exploración física encontramos o el paciente refiere lesiones compatibles con tiña en otras partes del cuerpo, obliga a buscar zonas alopécicas compatibles con tiña en el cuero cabelludo.

Durante la exploración física podemos usar el dermatoscopio donde podemos observar pelos en coma, en zigzag o en sacacorchos; que son los más típicos de la tinea capitis. También tenemos el examen con luz de Wood, que se puede realizar en la misma consulta. Esta exploración es importante a la hora de identificar el microorganismo involucrado; ya que es negativo en los casos que este producida por especies de Trichophyton, que no produce la fluourescencia característica de color verde amarillento observada con organismos como los de la especie Microsporum.

Para confirmar el diagnóstico se debe realizar una preparación de hidróxido de potasio (KOH) o cultivo de hongos donde identificarla. En casos de pacientes con una afectación muy grave o extensa se puede utilizar para el diagnóstico mediante biopsia, que puede ser de utilidad para confirmar la presencia de hifas en el tallo del pelo; aunque no se utiliza para el diagnóstico de las tineas capitis típicas.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

En el diagnóstico diferencial de la tiña de la cabeza han de considerarse diversas entidades sobre todo dependiendo del tipo de presentación clínica con la que nos encontremos. En resumen, dentro del tipo no inflamatoria habrá que hacer un diagnóstico diferencial con la dermatitis seborreica, dermatitis atópica y la psoriasis. Por otra parte, con el tipo inflamatorias tendremos que diferenciarlas de las foliculitis bacterianas, abscesos o neoformaciones. Finalmente, el tipo no inflamatoria que produce una tinea en puntos negros habrá que hacer diagnostico diferencial con la alopecia areata o la tricotilomanía.

TRATAMIENTO

En la mayoría de los casos es necesario combinar tratamiento oral junto al tratamiento tópico para conseguir una curación tanto clínica como micológica lo más pronto posible. Como tratamiento tópico tenemos los champús con ketoconazol al 2% que deben usarse 3 veces por semana dejándolo actuar aproximadamente 5 minutos antes de enjuagarlo. En cuanto al tratamiento sistémico, hay que hacer una diferenciación con el tipo de tratamiento dependiendo de la especie productora de la tiña del cuero cabelludo.

Ante un paciente con tinea capitis sugestiva de estar producida por especies de Microsporum realizaremos tratamiento con griseofulvina en dosis de 25 mg/kg/día durante 6-8 semanas, dividido en dos tomas. En casos resistentes podemos aumentar la dosis hasta 30 mg/kg/día durante 8-12 semanas o usar otro antimicótico oral, como por ejemplo itraconazol a dosis de 5mg/kg/día durante 6-8 semanas. Si en cambio tenemos a un paciente con tinea capitis producida por especies de Tricophyton usaremos terbinafina en dosis variables dependiendo del peso del paciente. Si pesa menos de 25 kg daremos 62,5mg/día; si pesa entre 25 kg y 40 kg pautaremos 1225mg/día y si es más de 40 kg, 250 mg/día. La duración de este tratamiento será durante 2-4 semanas. En caso de estar contraindicada la terbinafina o no dar resultado tenemos la opción de pautar griseofulvina o itraconazol a las mismas dosis que para la tinea por Microsporum; o fluconazol a dosis de 3-6 mg/kg/día durante 3-6 semanas.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Fernando Messina, Laura Walker, María de las Mercedes Romero, et al. Tinea capitis: aspectos clínicos y alternativas terapéuticas. Ram, vol 441:1-5. 2021
  2. María del Pilar Arévalo Bermúdez. Guía clínica: Dermatofitosis o tiñas [Internet]. Revisado 2018. Consultado el 27/05/2021. [Disponible en línea: https://www.fisterra.com].
  3. R. Suarez-Fernandez. M. Campos Domiguez, et al. Manual dermatología: 15 diagnósticos básicos en atención primaria. 1ª edición. Madrid. Medical&Marketing comunications. 2018
  4. J. Del Boz-González. Tendencias de la tinea capitis en España. Actas Dermosifiliogr. Vol 103(4): 288-293. 2012.
  5. N Rebollo, AP López-Barcenas, and R Arenas. Tinea Capitis. Actas Dermosifiliogr. Vol 99:91-100. 2008.

By Raquel García Albiñana, R1 de Medicina Familiar y Comunitaria del C.S. Barranquet. Mayo 2021

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Rocío es una  mujer de 55 años, con alergia a los gatos y dislipemia en tratamiento con atorvastatina, sin ningún otro antecedente personal ...